LEYES UNIVERSALES DE LA VIDA

LEYES UNIVERSALES DE LA VIDA
Ficha técnica
Editorial:
SAL TERRAE
Año de edición:
Materia
Autoayuda
ISBN:
978-84-293-2028-2
Páginas:
368
Encuadernación:
Rústica
Disponibilidad:
Disponibilidad inmediata
Colección:
PROYECTO

25,00 €
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¿Qué significa vivir una vida buena? Las principales escrituras sagradas del mundo y diversas escuelas de pensamiento filosófico, así como narradores, científicos, artistas e historiadores, han ofrecido sus respuestas a esta pregunta. Sorprendentemente, muchas de esas respuestas son comunes a casi todas las citadas fuentes. El reputado inversor bursátil y filántropo John Templeton llamaba «leyes de la vida» a tales afinidades: en Las leyes universales de la vida reúne las mejores de esas enseñanzas en un accesible e inspirador manual básico sobre lecciones tan valiosas.

El presente libro pretende ayudar a lectores de todas las edades y todos los rincones del planeta a aprender más sobre las verdades universales de la vida que trascienden la época moderna y cualquier cultura particular.


«El mundo no se rige solo por las leyes de la física y la gravedad,
sino también por principios espirituales y morales.
A nosotros nos corresponde descubrir esas leyes de la vida
y vivir luego conforme a ellas»
(Sir John Templeton)

SIR JOHN TEMPLETON (1912-2008) fomentó durante toda su vida la apertura mental. Inició su carrera en Wall Street en 1937 y consiguió levantar uno de los mayores y más exitosos fondos de inversión internacionales, hasta el punto de que se ha afirmado que «cabría mantener que se trata del mejor inversor bursátil del siglo XX». En 1972 estableció el más espléndido galardón anual para personas físicas: el premio Templeton, dotado con un millón de libras esterlinas, que busca reconocer logros ejemplares en el estudio de la dimensión espiritual de la vida. También dedicó una considerable parte de su fortuna a la Fundación John Templeton, creada en 1987, que continúa concediendo todos los años ayudas por valor de varios millones de dólares para cumplir con su misión de servir de catalizador filantrópico de la investigación sobre aquello que los científicos y filósofos llaman las «grandes preguntas».